viernes, 26 de abril de 2013






                                                                                                      
TIERRA PROMETIDA

-Cartel del filme-


Desde que Yahvé -según el libro religioso de La Biblia- prometiera al pueblo de Israel, a través de Abraham, Isaac Jacob…, la liberación de la esclavitud y un lugar ideal para vivir, una tierra donde manaba leche y miel..., la historia de la humanidad, de la sociedad y del hombre, ha sido siempre, universalmente, en todo tiempo y lugar, la búsqueda de una tierra prometida

Y se ha asegurado que, la colonización del continente americano por los europeos, apoyados por misioneros religiosos, fue la mayor epopeya de la historia de la humanidad en busca de una tierra prometida

De esta epopeya, la desmentidora Historia de El Dorado, nos dejó patente que los colonizadores no buscaban, precisamente, el paraiso de leche y miel de esas tierras, sino, la cumbre de la depredación, el poder, y al dios de los colonizadores, el oro…

En Baracoa (Cuba), aún permanece el monumento al rebelde indio Hatuey, quien fue quemado vivo por oponerse a la depredación y a los terribles desmanes de los colonizadores…
 
Antes de prendérsele fuego a la pira en la que murió abrasado, un sacerdote se le acercó para ofrecerle el bautismo y prometerle entraría en el paraíso del cielo…. Hatuey le preguntó si en el cielo habría colonizadores como ellos, a lo que el religioso contesto que sí… “No quiero ir allí, prefiero el infierno…” -Respondió Hatuey, rechazando el bautismo.
 
-Monumento a Hatuey en Baracoa (Cuba)-


La referencia histórica, que traemos a colación del filme que se reseña, es extraordinariamente expresiva acerca de las colonizaciones -todas las colonizaciones- y muy plurívoca y versátil en interpretaciones acerca del paraíso o tierra prometida

Según la espiritualidad natural, Dios no promete nada a la humanidad; concede al hombre la vida y la posibilidad de colaborar en la mejora de la creación…

La trama del filme Tierra prometida es bien sencilla: Steve Butler -Matt Damon- y Sue Thomason -Frances McDormand-, agentes de una poderosa empresa de gas, llegan al pueblo campesino de McKinley, duramente azotado por la crisis. Su intención es adquirirles a los vecinos el derecho a perforar sus tierras para extraer el gas que se encuentra en el subsuelo. Su promesa: el dinero, el paraíso… Podrán cancelar sus hipotecas, mejorar la educación de los hijos, acabar con las innumerables penurias que les acucian… Pero, claro, les ocultan la contaminación de sus acuíferos, la pérdida de sus cosechas, la muerte de sus ganados, la desolación del lugar cuando el gas se acabe… “Pan para hoy y hambre para mañana…”, sentenciaría nuestro refranero.
 
Su tema del fracking -fracturación hidráulica de kilómetros del subsuelo con millones de metros cúbicos de agua y productos químicos destructivos-, para extraer el gas, por las grandes compañías energéticas, es de rabiosa actualidad por los catastróficos resultados finales que conlleva…

Y para comprender el filme, es conveniente conocer algunos de sus impactos ambientales: contaminación de acuíferos y atmósfera, emisión de gases de efecto invernadero, sismicidad inducida por rotura de los equilibrios internos de la tierra…

Sue -Frances McDormand- y Steve -Matt Damon-, agentes de la empresa de gas.
 
Hasta el momento presente, en el planeta se han realizado cerca de tres millones de perforaciones por el procedimiento de fracturación hidráulica… En España se está iniciando el proyecto… No puede ser mas oportuno, por tanto, el estreno del filme…

Tierra prometida, del cineasta Gus Van Sant, sin ser una obra ni maestra ni genial, llama poderosamente la atención por su sencillez narrativa. Habituados a los efectismos, al sensacionalismo y a la espectacularidad del cine, la narración de este filme sorprende. En él, su historia discurre con tanta naturalidad y realismo que el espectador tiene la sensación de ser partícipe en ella…

Gus Van Sant, escritor, guionista, director y productor de cine, es un avezado cineasta americano, reconocido internacionalmente por su extraordinaria preocupación sobre temas de profunda repercusión y trascendencia social.
Desde su acusada y controvertida sensibilidad de homosexual, aborda temas delicados y espinosos con tal franqueza y naturalidad que a nadie dejan indiferente.
Con filmes y temas como: Malas noches -sobre la homosexualidad-, Drugstore cowboy -la droga-, Mi lado privado -la amistad-, Todo por un sueño -el triunfo social-, Elefante -la violencia juvenil-…, su obra ha obtenido los mayores reconocimientos del cine internacional: Palma de Oro de Cannes, Oscar de Hollywood…

Hal Holbrook -profesor Frank Yates-
 
Junto al joven y popular protagonista, ídolo de jovencitas Matt Damon, es destacable en el filme el papel del profesor de instituto Frank Yates -interpretado por el veterano Al Holbrook-, quien ilustra a las gentes sencillas del pueblo sobre los sucios trasfondos del fracking y el mercantilismo capitalista de la empresa de gas.

Harold Rowe Holbrook, reconocido actor de teatro, televisión y cine estadounidense, adquirió gran fama durante la anterior década de los años cincuenta por su popular recreación del legendario personaje Mark Twain. En 1967 interpretó para la CBS, durante 90 minutos, su Mak Twain Tonight, que fue aclamado por más de veinte millones de espectadores.
Con más de cincuenta obras en su haber, como actor dramático ha sido reconocido con el Premio del Círculo de la Crítica de Teatro, Premio William Shakespeare, Premio del Sindicato de Actores, Medalla Nacional de las Letras…
Su breve, pero sosegada y aleccionadora presencia en Tierra prometida, justifica, por sí sola, el visionado del filme…

El conocimiento y denuncia de las maquiavélicas argucias, con falsos ecologistas infiltrados, agentes de las propias empresas de gas -que de manera similar a los infiltrados que desatan la violencia en las manifestaciones para provocar y justificar las cargas policiales-, dando lugar a la reacción y convencimiento público mediáticos, interesados por quienes detentan el poder, son espeluznantes…

El filme es demoledor de cualquier falsa y gran promesa de paraíso o tierra prometida… La honestidad cotidiana y compromiso responsable de cocreación social en la mejora de nuestra pequeña realidad más inmediata -y planetaria-, será la auténtica tierra prometida…
Francisco Montero.