sábado, 15 de mayo de 2021

 






HIJOS DEL SOL

-Cartel del film.-
 

 Todos somos hijos del sol… 

 De no ser por el sol, no existiría nuestra vida en el planeta; acaso otra forma de existencia, pero no la que tenemos... 

 Físicamente, el sol nos da luz y calor, pero, espiritualmente, también el gozo de la luz, la contemplación, la admiración de la naturaleza y la vida, la alegría de vivir… 

 Sin su luz y calor nuestra vida sería un oscuro y frío túnel hacia lo desconocido… 

 El sol, poéticamente contemplado, puede ser la más hermosa de las metáforas; no sólo fuente de luz y calor, sino también de fantasía, magia, divina y humana, espiritual… 

 Pues bien, por esta sensible órbita y estela discurre el intrigante filme de aventuras, realismo y poesía, Hijos del Sol, del cineasta iraní Majid Majidi. 

 Sin pretenderlo, el filme Hijos del Sol de Majid Majidi, nos recuerda la ancestral y tradicional poesía metafísica de Persia-Irán -país de Oriente Próximo de extremada espiritualidad-, patria del maestro místico sufí Yalal ad-Din Muhammad Rumi y de grandes y numerosos poetas. 

 Citamos este recuerdo porque todos los filmes del cineasta Majidi, en su planteamiento humanista y social, están impregnados de poesía y realismo. Sus filmes, nos recuerdan también la esencia y sensibilidad del más puro y trascendente neorrealismo y realismo mágico italiano: El limpiabotas (1946), Ladrón de bicicletas (1948), de Vittorio De Sica… 

 La historia del filme Hijos del Sol -en la que se nos relata la aventura altruista de unos docentes que intentan sacar adelante una Escuela del Sol para acoger, formar y capacitar a niños y jóvenes pobres, sustrayéndolos de la indigencia, la delincuencia, la explotación…-, nos recuerda, asimismo, la gran obra del salesiano Juan Bosco, creador en Italia, en los años 1850, de las primeras escuelas profesionales que, con idénticos fines, se extenderían por todo el mundo… 

 Acaso por todo ello, Hijos del Sol, obtuvo en la 77ª Mostra de Cine de Venecia (2020), el Premio Marcello Mastroianni, al Mejor Actor Revelación, el joven iraní Rouhollad Zamani, en el papel protagonista de Ali… 

             Majid Majidi, director de Hijos del Sol.

 El guionista, director y productor de cine iraní, Majid Majidi, inició su carrera en el Instituto de Arte Dramático de Teherán, actuando primero como actor de televisión y cine, para dedicarse posteriormente a la realización de documentales y cortometrajes… 

 Cuenta en su historial, entre cortos y largometrajes, con más de una veintena de filmes realizados, entre los que destacan títulos como: El padre (1996), Niños del cielo (1997), El color del paraíso (1999), Las cenizas de la luz (2005), El canto de los gorriones (2008), Hijos del Sol (2019)… 

 Aunque la cinematografía iraní y los filmes de Majidi no son muy conocidos en España, con sus filmes el realizador ha obtenido importantes reconocimientos y premios nacionales e internacionales. Su filme El padre, fue premiado en el Festival Iraní de Cine de Fajr (Teherán, 1995), y en los festivales internacionales de Sao Paulo, Turín, San Sebastián… 

 Niños del cielo, además de ser premiada en el Festival de Fajr, obtuvo el Gran Premio de Cine de las Américas en el Festival de Montreal (Canadá), siendo también nominada a los Oscar como Mejor Película de Lengua Extranjera en 1999… 

 Con igual fecha, El color del paraíso, fue también premiada en los Festivales de Teherán y Montreal y seleccionada por los críticos de New York Times como una de las diez mejores películas del año, obteniendo el Premio del Jurado Joven en el Festival Internacional de Cine de Gijón (España). 

 Su fábula social y espiritual, El canto de los gorriones, además de obtener los mas importantes premios del Festival de Fajr de Irán, obtuvo el Oso de Plata de la Berlinale (Festival de Cine de Berlín, 2008), Premio Mejor Película Extranjera del Consejo Nacional de la Crítica de Cine de Nueva York, y Premio Excelencia Cinematográfica al Mejor Actor, Reza Naji, en el Asia Pacific Screen Awards, que respalda la UNESCO… 

Shamila Shirzad -Zahra- y Rouhollah Zamani -Ali-, protagonistas del filme Hijos del Sol.

 Majidi, además de magistral guionista de todos sus filmes, es un excelente director de actores que incluye en sus trabajos a profesionales y no profesionales, caso de los niños protagonistas de Hijos del sol, Shamila Shirzad -la inmigrante agfana, Zahra- y Rouhollah Zamani -el intrépido aventurero, Ali-…

 Aunque en un lectura denotativa el filme pudiera parecernos sólo una historia de aventuras -en la que el adolescente Ali, inducido y manipulado por un traficante de drogas, busca denodadamente un supuesto tesoro escondido en los sótanos y cloacas de la Escuela del Sol, con la ilusión de rescatar a su madre de un hospital, tras quemarse ésta en un incendio-, su lectura connotativa nos lleva a un sorprendente poema dramático, trágico, muy actual, y de denuncia política, social, humanitaria… 

 La Escuela del Sol, en la que se inscribieron Ali y sus amigos para buscar el tesoro escondido, es desahuciada y cierra por falta de benefactores y recursos… 

 Los políticos, con su policía, persiguen y encarcelan a los pequeños desintegrados, pero no arbitran medios para su formación e integración social… 

 El joven adolescente Ali, descubrirá que ha sido engañado por el explotador traficante y tras su agobiante aventura por el oscuro y frío túnel de las cloacas verá el cierre de la Escuela, pero también la luz y el calor del sol…; es la pura metáfora y poesía del filme… 

Los jóvenes desintegrados Ali y sus amigos, en la Escuela del Sol.

 Con temáticas que insisten en tratar la pobreza, la infancia y la integración social, y narrados en un estilo muy personal, sugestivo y atrayente, los filmes de Majidi, conjugan ética y estética cinematográfica, realismo y poesía, para ofrecernos relatos que nos llevan siempre a una profunda reflexión y meditación. 

 Los Hijos del Sol, en estos momentos críticos de problemática y preocupación social en los países desarrollados, acerca de la inmigración incontrolada de jóvenes y menores , desintegrados, pobres y sin futuro, es de sumo interés...
Francisco Montero.