jueves, 16 de agosto de 2012

CONTRA LA OSCURIDAD

-Carátula del DVD. Don Quijote, de Honoré Daumier-

Con la muerte de una fecunda simiente, se inicia un nuevo ciclo de vida: la germinación, la planta, copiosos frutos…

Tras la reciente muerte del gran filósofo francés Roger Garaudy -acaecida el pasado día 13 de junio, en Paris-, Salma Al-Farouki -directora palestina de la Casa Andalusí en Córdoba, España, quien se enamorara apasionadamente del idealismo de la Filosofía Universal de Garaudy, y le acompañara en los momentos más fecundos de su obra sobre el Diálogo de Civilizaciones y Culturas-, me envía para su reseña en los medios de comunicación, el filme biográfico que en su día le realizara una prestigiosa televisión francesa, para la serie Trayectorias del Siglo XX.

El poético título de A contre nuit, que enraíza sus antecedentes en el libro de poemas homónimo del filósofo, recuerdo me confió, personalmente, que su filosofía y poesía bien pudieran considerarse, identificadas espiritualmente con La noche oscura del alma de San Juan de la Cruz, como “Luz en la noche, luces contra la oscuridad…”; por lo que los títulos del libro y el filme, necesariamente, pueden traducirse “Contra la oscuridad”… -significado éste que tuvo siempre el perseverante sentido y fin último de su vida, su filosofía, su obra…-


Libro muy significativo de la vida y obra de Garaudy

Tuve la inmensa fortuna de trabajar con el gran humanista, filósofo, poeta…, entre otros cometidos: en el proyecto de La Historia del Libro en Al-Andalus y en la actualización de su multivisión Epopeya de la Cultura Universal. En ella, en los últimos años del siglo XX, difundía su idealismo, su pensamiento y sus inquietudes acerca del Dialogo de Civilizaciones, Culturas y Religiones, en su Fundación de las Tres Culturas que, como Puente entre Oriente y Occidente, él estableció en la sempiterna “Ciudad del Diálogo” -y que antaño fuera histórica Capital de Al-Andalus-, Córdoba…

Aunque ya conocía buena parte de su prolífica obra, y que muchos de sus libros me influenciaron profundamente -La alternativa, Palabra de hombre, El proyecto esperanza, Por un diálogo de civilizaciones, Mi vuelta al siglo en solitario…-, textos enriquecedores que tuve durante mucho tiempo como libros de cabecera; infinitamente más enriquecedora fue la relación personal con el Maestro en Humanidad, humilde, sencillo e infatigable trabajador del diálogo y el entendimiento, a través de la filosofía, la ideología, la poesía, la espiritualidad…, a quien nunca le tembló ni la voz ni el pulso en sus enseñanzas, a la hora de denunciar los males del planeta: las corrupciones, las injusticias, las guerras, las violencias, las inhumanidades, la pobreza, el hambre, la miseria…

Roger Garaudy

El filme A contre nuit, semblanza de Roger Garaudy para citada serie de Trayectorias del Siglo XX, es un documento imprescindible de conocer por todo aquel que mínimamente se interese por el autor y por el Humanismo Contemporáneo.
Sus enseñanzas y denuncias, contenidas en el filme documental, acerca de los males de ese último siglo -que vienen condenando al planeta a la deshumanización, a la desnaturalización, al desastre…-, son bienintencionadas premoniciones que provocan una seria y profunda reflexión acerca de nuestro destino personal y social y del sentido último de nuestra existencia.
En el documental, se plasman hechos y situaciones cruciales de la sociedad de su tiempo y de la vida de Garaudy: sus afinidades culturales y humanistas, sus disertaciones sobre la función social del arte universal y los grandes artistas, sus relaciones con grandes personajes coetáneos -Pablo Picasso, Helder Cámara, Yehudi Menuhin…-, sus disensiones políticas, ideológicas y doctrinales, sus denuncias de los males de los integrismos -del catolicismo, del islamismo, del judaísmo…-
En definitiva, una acertada síntesis esencial de su vida y su obra…

Roger Garaudy y Yehudi Menuhin, en Córdoba

Colaborador esforzado y muy comprometido con la inconclusa gran obra de la Creación, a la que Dios, a todos, libremente llama, Garaudy -tras filmarle una entrevista para un programa europeo de televisión, en su casa andalusí, en el corazón de la judería cordobesa-, me confesó, con la sencillez y claridad que le caracterizaban: “Mi vida, al igual que la de Don Quijote, ha consistido en una sucesión de idealistas y muy diversas aventuras…, de ninguna de ellas me arrepiento porque, el “desfacer entuertos” por un mundo mejor, ha sido y estado siempre en la punta de mi lanza… Para que todas las familias humanas se relacionen, según las enseñanzas y bienaventuranzas del profeta de Nazaret, he vivido en el seno de algunas de ellas para conocerlas a fondo y poder buscar mejor su diálogo, su entendimiento, su convivencia… Otro mundo mejor es posible…”

Claro es que, en la gran obra de la Creación -y máxime en las colaboraciones de los grandes personajes-, como “nunca llueve a gusto de todos” y “el mundo está hecho de luces y de sombras”, Garaudy siempre tuvo sus defensores y sus detractores. Sus defensores -al igual que todo el que persigue la concordia- siempre estuvieron del lado de la luz; sus detractores -acaso maquiavélicos amantes de la discordia-, sibilinamente, se decidieron por las sombras

A poco de su fallecimiento, las amplias redes de Internet -al igual que en la literatura universal lo fueran las obras de Maimónides, de Ibn Arabi, de San Juan de la Cruz…-, son fértiles praderas en las que la fecunda semilla del gran humanista, germina y crece, crece, crece… Ni el filósofo, ni el poeta, falleció, su obra trasciende…

El documental A contre nuit, resume, con esencial contundencia, lo que fue la vida y la obra de Garaudy, con aciertos y desaciertos, luchar Contra la oscuridad

De mi colaboración, vivencias y lecciones aprendidas del Maestro, una luminosa e inolvidable semblanza me quedó muy clara: “El idealista Garaudy tuvo siempre a Don Quijote en el pensamiento y a Jesús de Nazaret en el corazón…”

Francisco Montero.


lunes, 6 de agosto de 2012

LA FELICIDAD NUNCA VIENE SOLA
-Canto al cine y a la comedia romántica-

-Cartel español-
    
Cuando un gran póster de la mítica y romántica película Casablanca, preside la cabecera de cama de un dormitorio de cine, bien puede significar que el cine aún sigue siendo una “fábrica de sueños”, un lenguaje onírico, el arte de la ensoñación…
Cuando decenas de carteles inolvidables de la Historia del Cine -Cantando bajo la lluvia, West side story, Hair…- forman parte del decorado de un filme, pueden significar tanta admiración, tanto amor, tanta devoción… ¡Un canto al cine…!
Cuando en diversas escenas de un filme se rememoran y se rinden constantes homenajes a momentos mágicos creados y plasmados para las pantallas de todos los tiempos por maestros y geniales precursores y cineastas -Crowe, Meliès, Chaplin, Capra, Stevenson, Allen…-, ese filme, sin lugar a dudas, denota bastante conocimiento, identificación y sensibilidad con el Séptimo Arte, o Arte de Bellas Artes…

Pues bien, este es el caso de la bella comedia romántica La felicidad nunca viene sola, que recogiendo la rica herencia de la prolífica Comedia Romántica Cinematográfica, viene a renovar, a su vez, el Cine Romántico Europeo…

Sophie Marceau, Charlotte, y Gad Elmaleh, Sacha, en una escena del filme.

El filme La felicidad nunca viene sola, dirigido por el cineasta francés James Huth -cuyo guión escribió con la colaboración habitual de su esposa Sonja Shillito-, no sólo viene a renovar con acierto el exitoso género cinematográfico de la Comedia Romántica, sino que renueva también muchas claves narrativas del tradicional Cine Musical, últimamente poco tratado.

La felicidad nunca viene sola, es una comedia de situaciones -en la que el elemento más importante es el guión y la historia que narra-, y que por su excelente puesta en imágenes e interpretación destaca también como comedia de actores -que centra su atención en sus protagonistas-; en este caso en Sophie Marceau, Charlotte, y en Gad Elmaleh, Sacha.

James Huth, polifacético cineasta -guionista, director, productor…-, no tiene una amplia trayectoria creativa -en su breve filmografía destacan los filmes: Serial lover, Brice de Nice, Lucky Lucke…, poco conocidos fuera de Francia-; pero con La felicidad nunca viene sola, dados los valores del filme, ha adquirido una popularidad internacional insólita.

Sin duda, a esa popularidad ha contribuido sobremanera, la colaboración en el guión y en el rodaje, de su esposa y cineasta Sonja Shillito, muy identificada con la psicología de la mujer y cuya sensibilidad queda patente en la creación del personaje femenino Charlotte, núcleo esencial de la narración en torno al que se desarrolla toda la historia.

Sonja Shillito y James Huth, autores del filme.

La felicidad nunca viene sola, cuenta con una renovada trama de cine musical -en su desarrollo dramático ya no aparecen la música y la danza como elementos claves de énfasis y espectáculo para subrayar la narración, sino que sustentan la realidad y las vivencias de los personajes-; Sacha es músico profesional, se dedica a la composición y a la interpretación, y sólo baila improvisadamente con Charlotte, o con sus amigos, momentos de romanticismo o euforia, sin coreografía especial y sin vestuario espectacular. No obstante, el filme sí rinde homenaje, reiteramos, a grandes musicales de la historia del cine y de Broadway como: Los 5000 dedos del doctor T, Mary Poppins, Jesucristo Superstar…

Su historia, no muy original pero sí propicia para la comicidad y el romanticismo, nos cuenta cómo Charlotte, divorciada por dos veces y con tres hijos -y que por ellos no ha roto aún del todo con sus anteriores maridos-, conoce al artista, crápula y libertino, Sacha, saltando entre ellos la apasionada chispa del enamoramiento…
Sus mundos son extremadamente diferentes y opuestos, pero, ya se sabe, contra el enamoramiento no hay quien pueda… Charlotte que ama la seguridad y la estabilidad, se rinde a la inestabilidad y la inseguridad del artista… Sacha, que odia a los niños, los compromisos y la familia, se resigna a convertirse en padrazo…
Ambos, sin desearlo, se ven sobrecogidos, atrapados, por azarosas y controvertidas, hilarantes y románticas situaciones…
Ambos aceptan que la felicidad nunca viene sola, sino inmersa en complicados mundos y complejas circunstancias… Claro que si esas circunstancias y esos mundos se aceptan y sobrellevan con poesía, humor y amor…, todo puede ser posible…

Plano y contraplano de los protagonistas

En el universo del cine desde los catorce años, en los que se inicia como intérprete, con más de treinta filmes protagonizados -entre los que destacan: Felices Pascuas, Mis noches son más bellas que mis días, Braveheart, Ana Karenina, El sueño de una noche de verano, El mundo nunca es suficiente, Las mujeres de la sombra…-, y más recientemente con cinco filmes como guionista o directora -Háblame de amor, El misterio de Deauville, Al otro lado de la cama…-, Sophie Marceau, ha obtenido numerosos reconocimientos y premios en importantes festivales, estando considerada como “gran estrella” del cine europeo.
Gad Elmaleh, coprotagonista del filme, actor y humorista marroquí -nacido, precisamente en Casablanca-, con una docena de filmes en su historial -El juego de los idiotas, Coco, Medianoche en Paris…-, viene ascendiendo vertiginosamente como actor, guionista y director, habiendo sido distinguido como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.
A ellos se debe el éxito de La felicidad nunca viene sola como comedia de actor.

Ante un gran cartel de Hair -opera musical vanguardista, que cantó en la década de los sesenta la cultura y filosofía hippie sobre la naturaleza, la libertad, el amor…-, Charlotte se despoja de su albornoz y se ofrece a Sacha, éste, perplejo, exclama “Dios Existe…”; el sublime piropo y la ingeniosa situación, que no son sólo un canto a la belleza física del personaje -Sophie, anda ya bien entradita en la madurez-, sino a la ofrenda, al enamoramiento, al amor…; es una muestra de las innumerables, deliciosas y exquisitas situaciones que se suceden a lo largo del filme -bellísimas alegorías como: la magia de El viaje a la luna, de Meliès; la florista ciega que sólo ve con los ojos del corazón de Luces de la ciudad, de Chaplin; el simbólico vuelo sobre las nubes de Casablanca, de Michael Curtiz; el cómico romance bajo el puente de Manhattan, de Woody Allen…-
En definitiva, ingeniosa comedia de situaciones, hermoso canto a la belleza, al amor, al romanticismo…

Francisco Montero.