sábado, 12 de diciembre de 2015







LA RELIGIOSA


-Cartel original del filme-.

Eminentes tratadistas insisten hoy, como consecuencia de las barbaries terroristas que afectan al mundo, en que muchas ideologías políticas y fanatismos religiosos, siguen siendo causantes de graves daños humanos, sociales…

En sus afanes de poder y dominio, hay partidos políticos y organizaciones u órdenes religiosas, que prosiguen pretendiendo, con sus idearios y dogmatismos, imponerse y someter o sojuzgar al hombre y a la sociedad…

Desde el Siglo de las Luces, o de las grandes revoluciones ideológicas, a la vista de los acontecimientos, los ideologismos impositivos poco han cambiado.

Ideologías y teologías de dominación y sumisión, persisten en seguir imponiéndose, a pesar de la libertad y los derechos humanos, en el planeta…

Es el tema del realista y metafórico filme del cineasta francés Guillaume Nicloux, La Religiosa

El filme está basado en la realista y crítica novela La Religiosa, del genial escritor y filósofo de los años claves de la Ilustración Francesa, Denis Diderot -coordinador de la gran Enciclopedia sobre los conocimientos científicos y artísticos de la época, y contra los oscurantismos políticos y religiosos-.

Citada novela, se basa en un hecho real ocurrido en Francia y en la propia experiencia de Diderot, a quien su familia ingresó con diez años en los jesuitas y se le impuso la tonsura -o rito preparatorio para recibir una orden religiosa menor-, a fin de suceder a un tío canónigo; pretensiones de las que logró zafarse y continuar sus estudios universitarios, quien más tarde fuera un ilustre escritor. 

-Siendo también sabido que una hermana suya enloqueció en un convento…

La interesante obra es un duro alegato contra las imposiciones familiares que, por conveniencias o razones económicas, coartan la libertad de la persona, avocándole a un futuro de frustración y fracaso, que luego suele redundar en graves males sociales…

Es también una sutil y profunda reflexión acerca de la sensibilidad personal frente a la pretendida razón social, tantas veces contrapuestas y que tantos estragos o daños morales y físicos causan…

Retrato de Denis Diderot, del pintor Louis Michel van Loo.

La novela de Diderot -agnóstico, a quien siempre preocupó el conocimiento personal y natural de Dios, sin imposiciones ni intermediaciones culturales religiosas-, ha sido llevada al teatro y al cine en varias ocasiones; siendo el filme más conocido La Religiosa de Jacques Rivette, interesante cineasta de la Nouvelle Vague francesa.

Ante los abrumadores estragos actuales del terrorismo fundamentalista, con oscuras connotaciones de fanatismo religioso, la considerada clásica novela de Diderot -sin alusión alguna al terrorismo-, vuelve hoy a la actualidad con el filme de Gillaume Nicloux, provocando la reflexión acerca de las imposiciones religiosas frente a la libertad personal…

Nicloux es un polifacético escritor, guionista, director y actor francés de cine y televisión, que cuenta con un historial irregular y controvertido.

Es autor de una quincena de filmes, para cine y televisión, de muy diversa temática, entre cuyos títulos se destacan: Los niños vuelan (1990), No se debe reír felicidad (1994), El consejo de piedra (2006), La clave (2007), La Religiosa (2013), Valle del amor (2015)…

Sus filmes, de esmeradas puesta en escena y realización técnica, suelen ser del agrado del público en general, pero de irregular acogida por la crítica especializada y la intelectualidad más exigente.

Guillaume Nicloux, director de La Religiosa.

Con el filme La Religiosa, Nicloux profundiza en la psicología humana y social de la religiosidad natural y la impuesta, sin efectismos sentimentales ni emocionales, dejando abiertas las situaciones a la interpretación del espectador, acerca del sentido y la sensibilidad personales frente a las razones y convenciones sociales que trata.

El filme, junto a la religiosidad natural y libre de la persona frente a la religiosidad social impuesta, trata acerca de los sentimientos que suelen darse en las órdenes o comunidades religiosas como son los de fraternidad, competencia, rivalidad, envidia, odio, sadismo, sexualidad…; encarnados en el juvenil personaje de 16 años, Suzanne, que lucha por descubrir, libremente y sin coacciones de ninguna índole, su auténtica vocación y forjar su propia personalidad…

El valor más relevante del filme es, sin duda -junto a los papeles de las reconocidas actrices Isabelle Hupert, Louise Bourgoin y Martina Gedeck-, el de la sutil y sensible interpretación de la protagonista Pauline Etienne en el papel de la novicia Suzanne

Por su interpretación, el filme fue nominado al prestigioso Premio Cesar de Mejor Actriz Revelación en Francia; siendo también seleccionado -por el conjunto de sus valores temáticos, artísticos y técnicos-, para la Sección Oficial del Festival de Cine de Berlín.

Con una veintena de interpretaciones en cortos y largometrajes cinematográficos, la joven actriz belga Pauline Etienne, que inició su adolescente vocación en el teatro, ha obtenido ya más de media docena de importantes reconocimientos que la consagran como revelación, prometedora y mejor actriz, entre ellos los Premios: Lumière, César y Estrella de Oro (Francia), Magritte (Bélgica)…

Expresiva imagen de Pauline Etienne e Isabelle Hupert, en una escena de acoso lésbico.

Otro valor destacado del filme La Religiosa es la expresiva e impresionante fotografía, de Ives Cape, filmada con luces naturales, que confieren a la situaciones extraordinaria sugestión y belleza.

Destaca, igualmente, la concisa pero sugestiva música del prolífico y aclamado productor, compositor y pianista Max Richter que, con su versión de la conocida partitura Stabat Mater, subraya elocuentemente las secuencias de sufrimiento de la novicia Suzanne y la espiritualidad del filme…

Aunque en el tiempo en que se escribió y divulgó la novela de Diderot no se cuestionaba ninguna “teología de liberación” -pero sí la liberación de la religión, frente a las teologías de dominio o de sumisión-, el filme implícitamente, sí que hace reflexionar sobre la cuestión…

Francisco Montero.