miércoles, 30 de mayo de 2012

EL COLLAR PERDIDO DE LA PALOMA
-Cine y Cultura-

Fotograma del filme

Tras conocer que no se prevé ni en nuestras carteleras ni en nuestras pantallas de cine el filme El collar perdido de la paloma, y tras gestionar durante meses su versión en dvd, sorpresivamente, Salma Al Taji, “Alma” de la Casa Andalusí en Córdoba, me lo regala…
Resulta tremendamente alarmante que, en una ciudad como la nuestra, con pretensiones de Capitalidad Cultural Europea, se desconozca -salvo honrosas excepciones- el bellísimo filme “El collar perdido de la paloma”, del realizador tunecino-andalusí Nacer Khemir, basado en la obra de nuestro gran humanista y poeta Iben Hazan, y del que se filmaron planos en la Mezquita y en Medina Azahara.
Filmes claves de la Historia del Cine y de la Cultura, no llegan a Córdoba, donde se alberga la Filmoteca de Andalucía…

El collar perdido de la paloma -Premio Especial del Jurado del Festival de Locarno, 1991-, es el segundo título de la galardonada Trilogía del Desierto, de Khemir, cuyos otros títulos son: Los balizadores del desierto -Palmera de Oro en la Mostra de Valencia, Premio de la Crítica en la Muestra de Cine Mediterráneo y Gran Premio de los Tres Continentes, 1985- y Bab’ Aziz, el sabio sufi, 2005 -reconocida y premiada en los Festivales de Cine de Locarno, Vancouver, Turín, Sao Paulo, Farj…-, entre otros.
Distinciones y premios que acreditan el interés humanista y cultural del cine de Nacer Khemir, quien, aunque nacido en Túnez, se considera andalusí y viene desarrollando su carrera profesional en Francia.
Histórico monumento a Iben Hazan, autor cordobés de El Collar de la Paloma

Ibn Hazm, nació en Córdoba en el 994 y murió en Huelva en el 1064, fue político, jurista, filósofo, teólogo, polígrafo, poeta…, escribió obras históricas, filosóficas, teológicas, poéticas… Siendo destacables: su filosofía aristotélica, sobre el sentido común; su teología natural, sobre la existencia y la esencia -precedente a la de Santo Tomás-; pero sobre todo su poesía amorosa, sobre las distintas concepciones del amor, de la que es su obra más conocida y difundida El Collar de la Paloma, en la que se basa el filme de Nacer Khemir que se reseña.

Nacer Khemir

Considerándose personalmente andalusí, descendiente de los moriscos expulsados de Al-Andalus, Khemir, presentó su filme, basado en la obra poética de Iben Hazan, en la Fundación del Legado Andalusí -radicada en el Parque de las Ciencias de Granada-, hace ahora tres años.
El filme pleno de filosofía y poesía, narra la historia de un niño cordobés del siglo XI, aprendiz de calígrafo -arte de la belleza de la escritura, en la forma y su fondo, cuya comunicación relaciona espiritualmente al hombre con Dios-, quien descubre que existen sesenta palabras sobre la significación del amor y quiere conocerlas y vivenciarlas todas… Desde el cálido amor de los inicios de la vida, hasta el gélido amor de sus momentos finales…

Navin Chowdhry, aprendíz de calígrafo
Salid Arakji, Maestro de Caligrafía

La espiritualidad de la poesía de Ibn Hazm, se transfigura inefablemente, en la poesía visual de Nacer Khemir… Una nueva y sutil forma de entender el Séptimo Arte, como conjunción de todas las Bellas Artes…. Una delicia narrativa…
Precisa Khemir, acerca del título de El collar de la paloma, que le ha añadido ese perdido a la mensajera poética del amor de Hazm, puesto que la sociedad actual es una sociedad que ha perdido el sentido de la mayoría de las acepciones del amor, de la espiritualidad, de la belleza, de la poesía…

El collar perdido de la paloma, filmado en el idioma árabe, subtitulado en distintos idiomas, y traducido del francés al español por la Facultad de Traducción e Interpretación de Granada, para su presentación en la Fundación Andalusí, no ha podido aún ser publicado en versión española, siendo difícil conseguir un dvd del mismo. En su distribuidora francesa, cultural y didáctica, Trigón Films y en Internet -visionado y descargas de cine-, sí puede conseguirse.
El último filme de Khemir, quien no sólo es cineasta, sino también escultor, poeta, escritor, cuentacuentos…, basado en Las Mil y Una Noches, se titula Sheherazade, fue realizado en 2011 y tampoco nos ha llegado…
Demasiadas buenas películas, de interés cultural, educacional, social…, no llegan a nuestra ciudad. Algunas distribuidoras ofrecen en sus webs, la posibilidad de solicitarlas…
Francisco Montero.

martes, 15 de mayo de 2012

LOS JUEGOS DEL HAMBRE
-Cartel publicitario del filme-

Algunos de los programas más cotizados de la llamada televisión basura, son los realities shows, o espectáculos realistas, en los que se someten a los participantes a duras pruebas competitivas y de antagonismos, muchas de las veces morbosas, soeces, repugnantes, crueles…
Y que suelen tener éxito seguro entre las masas populares de “pan y circo”…

Referidos espectáculos no son nuevos de nuestros tiempos; en la Roma imperialista, en la que hunde sus raíces nuestra pretendida avanzada cultura -¿…?- latina, occidental, los morbosos y soeces circos en los que se enfrentaban a gladiadores y a fieras, hasta las más crueles y repugnantes muertes, son sus ancestrales orígenes…

Salvando distancias y espectacularidades, la sojuzgación por los poderes imperantes, y el escapar de sus sometimientos, de la pobreza y del hambre…, siguen siendo hoy motivos similares a los de antaño que propician y dan lugar a esos juegos…

Es la temática que trata con pretendida crítica el filme Los Juegos del hambre, basado en la obra homónima de la popular guionista de televisión y escritora de literatura infantil y juvenil, Suzanne Collins, de la que es primer volumen el título que nos ocupa, un éxito literario mundial sin precedentes.

Suzanne Collins, escritora de Los juegos del hambre

El cine, que no es sólo imagen, sino también imaginación ha encontrado en la trilogía de Collins, un filón temático para la gran pantalla, que, en su primer filme, viene arrasando en todas las carteleras cinematográficas. Las sagas televisivas en las que Collins adquirió gran experiencia como guionista, fueron clamorosos éxitos en Estados Unidos.
Collins, logra sintonizar con la psicología y los intereses juveniles, de la imaginación y la avidez de vivencias y experiencias aventureras, cuyas claves narrativas aderezan su exitosa obra.

Trilogía literaria de Collins

Gary Ross, director y coguionista -junto a Suzanne Collins y Billy Ray- de Los juegos del hambre, tiene más experiencia y reconocimientos como escritor de guiones televisivos y cinematográficos, que como realizador.

En el filme que reseñamos, prevalecen las claves de la narración televisiva de los realities shows o espectáculos realistas, sobre las claves netamente cinematográficas. A medio camino entre la fábula mitológica y una sofisticada ciencia ficción futurista, el filme pierde coherencia y la credibilidad propia del cine realista.
El personaje principal de Katniss -referente de la mítica diosa Diana, cazadora y protectora de valores naturales…-, interpretado por la joven Jennifer Lawrence, al igual que el resto de personajes y reparto, se pierde y queda desdibujado entre las artificiosas y sofisticadas escenas televisivas y las desnaturalizadas de los sombríos bosques en los que se desarrollan las repugnantes competiciones de cacería humana…

Jennifer Lawrence, en el papel de la mítica cazadora Katniss

Sin conseguir conjugar las secuencias de los platós de televisión con las de la naturaleza, el filme trascurre de unas a otras sin bosquejar las psicologías de los personajes y sin esclarecer su crítica a los programas de televisión basura… Acaso, imitando algunas pautas de Roman Polanski, para provocar la repulsión en los espectadores hacia la morbosidad y la crueldad, el filme alcanza algunos logros.
Ni la trama de librar a la hermana pequeña de los horribles juegos, ni la del sacrificial romance de los protagonistas, logran aportar valores éticos o dramáticos, que propicien la reflexión crítica sobre los programas televisivos denigrantes, y salven al filme del mero espectáculo juvenil de ficción y de aventuras de pésimo gusto.

Jennifer Lawrence y Liam Hemsworth, protagonistas del filme

Dado el gran éxito literario de la novela de Collins, y la extraordinaria publicidad con la que se promocionan la novela y el filme, no es de extrañar la permanencia en cartel de éste, y su arrasamiento taquillero.
En plena Feria del Libro, en una importante librería, el libro Los juegos del hambre, encelofanado, se vendía con una pegatina en su portada que indicaba: “Regalo de una entrada para ver la película en el interior…” En la taquilla del cine nos aseguraron con toda rotundidad que no tenían conocimiento de ello… ¡…!

A la salida de la sesión escuché comentar a una juvenil pareja: “¡Qué dolor de cabeza…! ¡Qué horror, cómo nos calientan y comen el coco…!”

Francisco Montero.