martes, 2 de abril de 2019







                                                                                                                                                                                                                                                                                   DUMBO


                                                                       -Cartel del film-


El Cine, el “Séptimo Arte” -como le bautizó en 1923 Ricciotto Canudo-, además de ser arte, industria espectáculo, medio de comunicación social y lenguaje, es una fábrica de sueños y, como todas las bellas artes, “maná para el alma…”

A pesar de más de veinte siglos de historia, historia del progreso, de la cultura y del conocimiento, la realidad de nuestro mundo es demasiado catastrófica, anormal para los valores humanos, deleznable…

Ante la crudeza y desazón de la triste realidad que nos circunda, ¿qué sería de nuestra vida -sobre todo para los niños- sin un sustento de ensoñación espiritual, de maná para el alma…?

Esa es la imponderable misión del arte, de todas las bellas artes, del arte de artes, del cine…: alimentar la imaginación, con fantasía y ensoñación…, con la pretensión de que un mundo mejor es posible…

A Tim Burton, cineasta realizador de Dumbo, humanista preocupado por las anormalidades que nos circundan y acucian, el problema no le es ajeno…

Su cine se caracteriza precisamente por tratar las anormalidades y deformidades de la humanidad y los desquicios y sufrimiento que éstas causan.

En la treintena de filmes que ha producido, dirigido, escrito o animado, siempre ha tratado la anormalidad, la deformidad y la inadaptación de personajes fantásticos, excepcionales, enigmáticos…, incidiendo sutilmente en lo positivo de sus características como seres muy diferentes a la generalidad.

                                                                      Tim Burton, director de Dumbo.

Burton, quien se formó en el Instituto de Artes de California -auspiciado por Walt Disney-, se inició en el arte conceptual del cine precisamente en los Studios Disney, donde realizó sus primeros trabajos: Vincent -cortometraje infantil sobre el actor Vincent Price-, Relatos de Edgar Alan Poe, Hansel y Gretel de los Hermanos Grimm…, con los que obtuvo notables reconocimientos y éxito.

A sus primeros trabajos como director o guionista, siguieron continuos éxitos de crítica y público como fueron entre otros los filmes: La gran aventura de Pee-Wee, la saga de Batman, El planeta de los simios, Charlie y la fábrica de chocolate, Alicia en el país de las maravillas -versión especial en imagen real-, Abraham Lincolm: Cazador de vampiros, Ojos grandes… Filmes que conjuntan una obra muy especial, controvertida y polémica, con la que ha sido reconocido en diferentes ocasiones para los premios: Emmy, Óscar y Globo de Oro -en Estados Unidos- BAPTA -en Inglaterra-, siendo también distinguido como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, en Francia.

Como cineasta conceptual, cuando Tim Burton trata alguna obra clásica de la literatura y el arte universal -caso de Alicia, Lincoln, Dumbo…- , siempre aporta a sus temáticas ideas personales, originales y enriquecedoras que hacen de sus filmes obras muy diferentes de las primigenias en las que se basan.

En el caso de Dumbo, la idea primigenia y moraleja del pequeño elefante anomal, de enormes orejas y potestad de volar -cuento escrito por el matrimonio Helen Aberson y Harold Pearl-, ha sido enriquecida por Burton con las temáticas de: la familia universal, los valores de los seres diferentes, el antibelicismo, el anticapitalismo, la defensa de los animales…

Los valores de la familia universal, son paradójicamente exaltados por Burton en la modélica familia circense, capitaneada por Max Medici -Danny DeVito-, deforme maestro de ceremonias y dueño del modesto circo…

          Colin  Farrell, Eva Green, Michael Keaton, Danny DeVito, Nico Parker y Finley Hobbins, protagonistas del filme.

Entre los valores artísticos del filme, destaca su peculiar reparto protagonista caracterizando a personajes muy complejos y extraordinarios, física y psicológicamente, como suelen ser los de las familias circenses…

Sobresale la actuación del genial Danny DeVito -sólo 1,47 de estatura, pero más de sesenta filmes en su gigantesco historial como actor director o productor-. Resulta entrañablemente humano su papel de Max Medici, maestro de ceremonias, con fisonomía de clown, que lucha denodadamente por salvar a su abigarrada familia de incondicionales artistas, modestos pero arrogantes, de la quiebra y el desahucio…

Colin Farrel, Holt Farrier, resulta muy convincente en su complejo papel de tullido, antibelicista, que no se arredra ante la difícil situación que le impone el trágico y dramático cambio de su vida y el ejemplo de entereza y fortaleza que ha de dar a sus hijos…

Los prometedores principiantes Nico Parker y Finley Hobbins, Milly y Joe, son el contrapunto de la perplejidad y el asombro, ante la dura situación infantil de la vida circense que llevan; ante la magia, la fantasía y la ensoñación de las candilejas del espectáculo que, entre la ficción estelar y la cruda realidad, experimentan a diario…

Eva Green, Colette Marchant, es la fulgurante acróbata que deslumbra en el arriesgado espacio aéreo de la carpa, volando desde el trapecio y a grupas del prodigioso DumboMarchant, idealiza la belleza y la perfección frente al feo y deforme elefantito…

                                                                                   Nueva recreación de Dumbo.

Dumbo, como la generalidad de los elefantes, no es un animal precisamente bello, pero es la auténtica y deslumbrante estrella del filme. -Su antecesor en los dibujos animado de Disney fue más agraciado y atractivo…- No obstante, en su carencia de belleza, en sus deformes orejas y en su prodigiosa potestad de volar se encuentra la sutil e inefable poesía de la moraleja de su historia, su cuento…
Su triste, pero penetrante mirada, parece querer inducirnos a otra forma distinta, diferente, de ver la vida, el mundo, hasta las más pequeñas e insignificantes cosas…

En este complicado mundo en que vivimos y en el que, gracias a la imaginación y la fantasía, y gracias a los inescrutables designios de la naturaleza, existen leyes de compensación de valores y todo es posible… Pensemos en el poco agraciado pero fabuloso pintor Van Gogh, en el eminente científico Hawking…

O en el pequeño Dumbo, dejando el circo y volviendo feliz junto a su mamá Jumbo y su familia de paquidermos, al extraordinario y sabio paraíso de la naturaleza…

                                                                                                                        Francisco Montero.