miércoles, 26 de octubre de 2016






YO, DANIEL BLAKE

-Cartel del film-

Hace unos días leía a un teólogo jesuita de cierto prestigio, mentor católico influyente de un centro superior de estudios empresariales, que “el capitalismo es el sistema económico conocido más perfecto”…

No me extraña, por tanto, que un familiar muy allegado, licenciado en ciencias empresariales en ese centro, sea un denodado defensor fervoroso del catolicismo y del capitalismo; o sea del liberalismo económico tan conjugado y avenido entre ambas directrices…

Tampoco es de extrañar que el sueño de la Europa de Adenauer, Schuman, Gasperi…, pervertido por el liberalismo, el capitalismo fagocitador, se encuentre hoy en quiebra social…

Es la razón por la que países como Inglaterra, hayan adjurado del sueño de Europa, queriendo salir de la Unión -“brexit”-, por su ineficacia, y que tanta pobreza social está causando…

Y es también la razón por la que Kenneth Loach, una vez más, en su cine de realismo social crítico, desmonta los entresijos políticos de un sistema neoliberal, capitalista y corrupto, que, mediante una poderosa burocracia gobernante, somete al indefenso y desafortunado trabajador…

El filme Yo, Daniel Blake, es la expresiva y representativa historia de ese desprotegido trabajador, víctima de un infarto y víctima de un sistema político que no protege ni su salud, ni los derechos supuestamente adquiridos en su larga vida laboral…

Es la consabida historia mayoritaria en la que, injusta y lamentablemente, ha caído la supuesta Unión de Europa, atenazada por lazos prevalentemente economicistas -para beneficio de los poderes fácticos, de muy pocos- y poco o nada sociales y humanos, como denuncian el guionista Paul Laverty y Ken Loach en su aplaudido filme…

Paul Laverty, guionista y Ken Loach, director del filme.

De Paul Laverty, guionista habitual de Loach, ya hicimos referencia en nuestra anterior reseña -de 16 de mayo, en este blog-, al tratar el filme El olivo de Iciar Bollain, de quien es pareja el escritor…

En citada referencia se apuntaba, entre ambos cineastas, una estrecha y permanente colaboración, y una plena identificación cinematográfica y humanista, que han redundado en una fructífera obra en común…

Entre los reconocidos y muy premiados filmes nacidos de citada colaboración, destacan: Mi nombre es Joe, Pan y rosas, Felices dieciséis, El viento que agita la cebada, En un mundo libre, Yo, Daniel Blake…

De tendencia trotskista, adepto a la revolución permanente y a combatir el burocratismo férreo -mal endémico de los poderes gobernantes, para control y sumisión de la sociedad-, el octogenario Loach, revalida con este filme, su larga y experimentada trayectoria humanista en defensa de los más débiles y desprotegidos…

La sumisión política y maquiavélica, impuesta por la fuerza y la coacción de los poderes fácticos -entre ellos la falsa justicia y el derecho, como poderosa arma legislativa de los gobernantes-, son temas que, de manera explícita o implícita, están presentes en la obra del lúcido y crítico cineasta…

En Yo, Daniel Blake, aparecen también, entre otros, de forma emotiva y contundente, los temas: de la pobreza infantil, de la carencia de alimentación, del hambre, de los bancos de alimentos, como recurso caritativo cuestionable de una sociedad incapaz de hacer prevalecer la justicia y los Derechos Humanos, y entre ellos el fundamental del trabajo, como medio para una vida digna, saludable, mínimamente segura…

Expresiva escena de los protagonistas, en un banco de alimentos.

El expresivo e impresionante filme de Laverty y Loach, es un relato de continuas situaciones patéticas, que reflejan muy viva y fielmente, pero sin efectismos ni concepciones al melodrama fácil y sensiblero, cruciales situaciones del mundo de los trabajadores desfavorecidos de hoy, en una Europa que se etiqueta como desarrollada y progresista…

Resultan muy estimados en el filme los papeles de los protagonistas: Daniel Blake -carpintero sin trabajo y enfermo del corazón, en lucha contra una burocracia que le imposibilita adaptarse a su precaria situación-, interpretado por el veterano Dave Johns; y el de la joven Rachel -madre soltera, sin trabajo, sin recursos y con dos hijos a su cargo-, interpretado por la expresiva Hayley Squires…

La militancia socialista en el cine, de Ken Loach no es reciente, sino una constante en su dilatada y prolífica trayectoria profesional. Tras graduarse en derecho y dar sus primeros pasos en el teatro y la cadena de televisión BBC, se despertó su vocación por este medio audiovisual en el que realizó sus primeros trabajos como director, interesándose desde sus inicios por las situaciones de injusticia social y de las gentes oprimidas…

En su larga carrera de más de sesenta años, alterna su quehacer entre cine y televisión, realizando para este medio, entre series y documentales, una veintena de trabajos. Entre ellos, obtuvo gran éxito su docudrama Cathy come home -“Cathy desahuciada”-, en el que se tratan las duras vivencias de las gentes desahuciadas y los sin techo. Sus documentales “Cuestion de liderazgo” -A question of leadership-, en los que se critica la férrea política de recortes -para los más oprimidos, no para los pudientes- de “La Dama de Hierro”, Margaret Thatcher, que tanta pobreza generó, fueron prohibidos en la cadena de televisión británica Canal Cuatro…

Elocuente secuencia de protesta en Yo, Daniel Blake.

Para el cine, realiza una treintena de filmes, todos ellos incidentes en su persistente temática de justicia social y defensa de las gentes más desfavorecidas.

De manera distinta al complaciente cine social europeo del neorrealismo italiano o la nueva ola francesa, el cine de Loach contra las ideologías y los poderes dominantes -por los que suele ser rechazado, pero de gran aceptación general por el público y la crítica especializada-, es muy clarividente, demoledor, comprometido…

En su filmografía, con la que ha obtenido los mayores reconocimientos internacionales del cine europeo, destacan: Agenda oculta y Lloviendo piedras -Premios de Jurado del Festival de Cannes-, Tierra y libertad -Premio Ecuménico y FIPRESCI Internacional de la Crítica-, Felices dieciseis -Espiga de Oro en la SEMINCI de Valladolid-, Solo un beso -Premios: del Jurado en el Festival de Berlín, César de la Academia Francesa a la Mejor Película Europea y Premio del Público en Valladolid-, El viento que agita la cebada -Palma de Oro en Cannes-, En un mundo libre -Premio al Mejor Guión en el Festival de Venecia-, Yo, Daniel Blake -Palma de Oro en Cannes, Premio del Público en el Festival de San Sebastián…

Francisco Montero.