JEAN FRANÇOIS Y EL SENTIDO DE LA VIDA
Prosigue la pandemia del Covid 19, prosigue el cierre de cines y la ausencia de estrenos de películas, y prosigue el programa “Somos Cine” de Televisión Española en el que se nos ofrecen por internet -gratis- filmes de interés que en su día pasaron un tanto desapercibidos…
Es este el caso del largometraje, ópera prima, Jean François y el sentido de la vida, del joven realizador catalán Sergi Portabella, estrenada en 2018…
¿Tiene la vida sentido? ¿Quién no se ha preguntado por el sentido de la vida? ¿Preocupa el sentido de la vida?...
Este es el interesante e intrigante tema juvenil y humanista que trata Sergi Portabella en su sencillo -y a la vez complejo- filme acerca de la búsqueda de ese sentido…
Un filme que, si hoy se estilara aún el cineclubismo cinematográfico didáctico, sería de sumo interés general revisar…
Decía anteriormente, sencillo y complejo filme, porque, casualmente, he mantenido un coloquio con un joven adolescente de edad aproximada a la del protagonista del filme Jean François y el sentido de la vida, el cual visionó, resultándole un tanto confuso…
Este joven cinéfilo no conocía el mito clásico de Sísifo, ni tampoco la obra sobre el tema del Premio Nobel, Albert Camus, ni su obra literaria, como novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo…
Le orienté de que otro gran filósofo francés, Roger Garaudy -siempre preocupado por el sentido de la vida y admirador por ello, del también famoso escritor francés, novelista, ensayista, historiador, filosofo…, Romain Rolland-, confirmaba a Camus como “profeta del absurdo”, y poco preocupado por la adolescencia…
Sin embargo Romain Rolland, también Premio Nobel de Literatura, en su extensa obra Jean Cristophe -con la que tiene un cierto paralelismo el filme de Sergi Portbella- sí que se preocupó, en su época, por la adolescencia y el sentido de la vida, que se inicia en esa edad.
Romain Rolland y su novela Juan Cristobal.
La famosa novela Juan Cristobal: el fin del viaje, de Rolland, se publicó en las diez partes: El alba, La mañana, La adolescencia, La rebelión, La feria en la plaza, Antonieta, En la mansión, Las amigas, La zarza ardiente y El nuevo día; viaje por metafóricos círculos infernales o absurdos, en los que se busca el sentido de la vida, la esperanza, la armonía…
Traemos a colación el sentido de la vida en la obra de Rolland, porque, efectivamente, cualquier vida sin sentido cae en el absurdo del ensayo de Camus, El mito de Sísifo; y para reflexión contrastada de jóvenes o mayores a los que, también, resulte confuso el interesante filme de Portabella…
Se sobreentiende que la secuencia inicial del filme Jean François y el sentido de la vida, en la que se describe la ficticia muerte del protagonista, y a la que sigue otra de clarificación de su imaginario pensamiento, en una sesión de psicoterapia, no es sino un efectismo cinematográfico y de llamada a la intriga que late en todo el filme…
Como la novela de Rolland, o La Divina Comedia de Dante Alighieri -viaje a los círculos del Infierno, Pulgatorio y Paraiso; que vienen a significar, del teocentrismo al antropocentrismo-, el filme de Portabella tiene una estructura narrativa similar, de road movie o viaje que discurre por los pasajes de: Francesc, Jean François, Jean François y Lluna, El deseo, Las mentiras, La muerte de Camus, El absurdo y El mito de Sísifo…; o sea, etapas de reflexión juiciosa, tras lo cuales Francesc descubre sus sentimientos y entiende que puede tener sentido su vida…
El guión de Jean François y el sentido de la vida, fue seleccionado por la organización que promociona a los nuevos cineastas emergentes, Berlinale Talents, y obtuvo ayuda para su realización del programa cinematográfico Europa Creative Media…
Siendo el polisémico -o de múltiples posibilidades de interpretación-, filme de Portabella, seleccionado en 2019 para participar en el visionado especial de Egeda-Veoplatino, organización que concede los premios Platino a filmes de interés del Cine Iberoamericano…
Sergi Portabella, director del filme Jean François y el sentido de la vida.
Sergi Portabella, como indica su historial, es un guionista y director con intensa experiencia en múltiples tareas cinematográficas, como ayudante de dirección, script, director de fotografía, montador…
Como todo buen road movie, o cine de viaje, el filme cuenta con unas variadas y cuidadas escenografía y fotografía que contribuyen a su amenidad.
Anteriomente a su largometraje Jean François y el sentido de la vida, Portabella guionizó y realizó los cortometrajes: Te quiero (2009), El astronauta en el tejado (2010) y El fin del mundo será en Brasil (2013); por los que, según su autor, obtuvo más de sesenta premios y reconocimientos en numerosos certámenes y festivales de cine.
Portabella ha demostrado también tener buenas dotes para la dirección de actores, como queda patente en las interpretaciones de su filme Jean François y el sentido de la vida; sobre todo en las de sus dos jóvenes protagonistas: Claudia Vega -en el papel de la joven Luna- y Max Megías -en el doble papel del adolescente Francesc y Jean François-…
-El joven Francesc, es un adolescente de trece años, introvertido, amblíope, y que por su estrabismo y ojo tapado, sufre burla y acoso escolar; débil e inseguro -acaso por falta de referencia paterna-, accidentalmente descubre el libro El mito de Sísifo de Albert Camus y se obsesiona con viajar a Paris, para encontrar al escritor y le explique el absurdo de la vida…
Como en La divina comedia de Alighieri, en la que Beatriz -que personifica la Fe- guía a Dante por los tres círculos simbólicos en los que discurre la obra, en el filme de Portabella, Luna, conduce a Francesc en su viaje hasta el descubrimiento de la falsedad de su absurda obsesión suicida y de que la vida sí tiene sentido…
Narrado con planteamientos humanistas, personales y sociales de hoy, el filme viene a ser una metáfora que actualiza, juvenilmente y con frescura, las magistrales obras de Dante Alighieri y Romain Rolland…
Francesc y Lluna, en un momento de su aciago viaje.
Francesc y Lluna, el adolescente y la joven, protagonistas del filme, tras pasar por los alegóricos círculos infernales: de irresponsabilidad, abandono de hogar y familia, desengaños amorosos y sentimentales, hurtos, mentiras…; es decir el absurdo, descubren el sin sentido de su viaje y el valor de regresar a los afectos de la familia, el seguir aprendiendo y formándose, la importancia de los sentimientos y el enamoramiento, o lo que es igual: un esperanzador devenir y un ilusionante futuro….
Aunque la narración del filme pueda parecer algo confusa y ligera, resulta amena y de extraordinario interés para su revisión y reflexión.
Deja evidente que a Sergi Portabella le aguarda un prometedor porvenir como guionista y realizador de cine.
Francisco Montero.
