miércoles, 26 de septiembre de 2012

 
A ROMA CON AMOR

-Cartel anunciador-
      
El autor del filme A Roma con amor, Woddy Allen -pseudónimo artístico de Allan Stewart Königsberg-, es, seguramente, el cineasta más polifacético del panorama cinematográfico actual: escritor, dramaturgo, guionista, director, actor, humorista, músico…
Tras Charles Chaplin, Charlot, seguramente sea también el cómico más carismático, popular y conocido que, hasta ahora, ha tenido la historia del cine. Sería harto prolijo intentar hacer aquí una sencilla semblanza de su vida y su obra -muy conocidas-, cuando miles de estudios y libros han tratado ampliamente de ellas; por cierto, muy controvertidas, complejas, abiertas a multiplicidad de interpretaciones, opiniones...
Su obra como cineasta, escritor, músico…, es muy conocida y admirada en Europa, máxime en España, Francia e Italia; países en los que se han exhibido la mayoría de sus filmes, habiendo actuado en muchas de sus ciudades como Concertista de Clarinete, con su orquesta The New Orleans Jazz Band, a la que dedica buena parte de su tiempo.
De hecho, dada referida admiración, a citados países ha dedicado sus tres últimos filmes: Vicky Cristina Barcelona -por el que nuestra actriz Penélope Cruz obtuvo su primer Oscar-, Midnight in París y A Roma con amor, que reseñamos.

En el año 2002, En España, se le concedió el Premio Príncipe de Asturias, en reconocimiento a su obra, y desde entonces tiene una significativa estatua de homenaje en Oviedo (Asturias)…
 
Woody Allen y familia, ante su estatua en Asturias (España)
 
De la irradiación cultural de referidos países hacia el exterior, Woody Allen ha extraído elementos prototípicos y populares, y sobre ellos ha construido los humorísticos guiones de sus filmes…
Para Italia, el país de la “Divina Comedia”, basándose en el amor, Woody Allen, ha creado una comedia que a muchos cinéfilos -hemos cotejado- les parece divina… Principalmente, son tres historias de amor, cuyas parejas, al igual que Dante, viven en ese sentimiento su infierno, su purgatorio y su paraíso…

Una pareja es la formada por Jerry -Woody Allen- y Phyllis, su esposa, psiquiatra -Judy Davis-; entre ellos más que el amor impera el desamor y los persistentes reproches de la psiquiatra a su marido y paciente… -Buena comicidad la de esta pareja que, autobiográficamente, alude al consabido eterno desposorio de Allen, en su vida real, con el psicoanálisis…-
Phyllis -Judy Davis- y Jerry -Woody Allen-

Otra pareja es la formada por Jack -Jesse Eisemberg- y Sally -Greta Gerwig, en cuyo apaciguado romance se interfiere la impetuosa Mónica -Ellen Page-, aspirante a actriz y que vive en un mundo irreal, como es el del teatro, la imaginación y la fantasía…
A pesar del repentino enamoramiento entre Jack y Mónica, la inestabilidad emocional de ella, no afectará demasiado a la segura y confiada Sally, ni a la estable relación con su pareja…
Su fugaz romance sólo será el de las típicas nubes viajeras, exaltadoras sentimentales de los turistas en Roma…
 
Mónica -Ellen Page- y Jack -Jesse Eisenberg-
                    
Las tres historias, que se narran alternadamente, son coincidentes en ser protagonizadas por turistas visitantes que llegan a Roma con una ensoñación preconcebida de su estancia en la ciudad… Pero las vivencias realistas en ella, desmitificarán sus ensoñaciones al verse envueltos en situaciones ridículas y radicalmente contrarias a lo que ilusionaban… Antonio el joven recién casado, sin esperársela, se verá envuelto en una complicada relación con Anna -Penélope Cruz-, una prostituta de lujo que le inicia en la infidelidad… Su pareja, la ingenua Milly, caerá en las seductoras redes de un “latin lover” y un “chorizo” -un actor famoso, y un delincuente de poca monta, que acabará con su virginidad-…
El filme roza la astracanada de situaciones próximas a la “dolce vita italiana”, tan satirizada por Federico Fellini, a quien Allen parece querer rendirle en ella, homenaje…
 
Antonio -Alessandro Tiberi- y Milly -Alessandra Mastronardi-
 
Para una mejor identificación de los espectadores con la historia del filme, Allen, incluye en su reparto a actores paisanos conocidos. Es el caso de los italianos Roberto Benigni, Antonio Albanese, Ornella Muti, Alessandro Tiberi y Alessandra Mastronardi, o de la latina Penélope Cruz.

El genial cómico Roberto Benigni, en el papel de Leopoldo -hombre insignificante y hogareño, prototipo de la clase media italiana…-, sin esperarlo, de la noche a la mañana y por la fuerza mediática y explotadora de la publicidad, se verá convertido en un superman popularísimo…
En su estrafalario personaje, se encarna la antítesis de la ética imperante del consumismo televisivo y publicitario, y una velada crítica a la sociedad amoral, a la que poco importan los valores humanos y que lo mismo encumbra que destruye a la persona…
El interesante personaje Leopoldo, viene a ser la síntesis del desamor, el desengaño y el abandono social de la persona, cuando ya no interesa para su explotación mediática consumista…
Y ello, en una Roma “desconchada”, no monumental, en la ciudad eterna del amor, y capital del amor eterno
 
Roberto Benigni, en el papel de Leopoldo
 
Aunque Woody Allen no suele ser moralizante ni aleccionador, de sus cómicos filmes -como ocurre con los de Chaplin, Charlot-, siempre se desprenden enseñanzas y exaltaciones de valores humanos.
En A Roma con amor, Allen parece querernos decir, a través de sus sibilinos planteamientos cómicos que, de determinados amores, interesados, pasionales, sentimentales y efervescentes, píos…, como el gato del agua, hay que huir…

La música, subrayando las situaciones del filme es una delicia. Nos rememora temas populares y clásicos italianos: desde el tema insignia de Domenico Modugno, Volare -el filme se inicia con un vuelo de la primera pareja a Roma y termina con su interpretación por un banda de música popular-; hasta Pagliacci, Payasos, ópera italiana de la comedia de arte, del compositor Ruggero Leoncavallo, que tantos tenores de todo el mundo han interpretado…
Con el tema de Payasos, interpretada por un tenor bajo la ducha -cómicamente integrada en la representación teatral de la célebre opera-, Woody Allen lleva el humor hasta el paroxismo… Con este tema, el autor parece reír de sí mismo y de su descabellado ingenio, a la par que reitera su homenaje a Fellini, a La Strada, a Los Clowns, a todos los “Payasos” del mundo…
A Roma con amor, una cómica delicia…

Francisco Montero.