EL APOCALIPSIS DE SAN JUAN
-Cartel del film.-
Últimamente, acaso por la escasez de temáticas netamente originales, auténticas, viene proliferando en todas las bellas artes, en el cine, la docu-ficción; es decir, una realización documental y argumental que adquiere categoría de género y estilo.
En éste género cinematográfico -como La Virgen de Guadalupe, La última sesión de Freud, La virgen roja, reseñados en este blog-, se inscribe el filme El Apocalipsis de San Juan, ópera prima de Simón Delacre, acerca del último texto profético del Nuevo Testamento, con el que finaliza la Biblia.
Pronto se visionará en las salas de cine de España -atendiendo a las solicitudes que tenga-. Este filme que se estrenó en Colombia, tuvo una primera versión en YouTube, y continuó obteniendo notorios éxitos en los cines de los países latinoamericanos de habla hispana.
El tema profético de El Apocalipsis de San Juan, aunque no trate de documentar hechos reales acaecidos, sí alude en su ficción a sucesos pasados o futuribles como los de: trágicas epidemias, desastres de las grandes guerras mundiales o las actuales, las catástrofes atmosféricas y de la naturaleza…
El Apocalipsis de la Biblia, ha sido interpretado -connotativa y polisémicamente- como un libro complejo, enigmático, misterioso, lleno de horrores y amenazas, sobre un supuesto inminente fin del mundo, que puede producir miedo; un libro difícilmente comprensible, “fantasioso, de extrañas visiones y alucinaciones”, según las opiniones del vallisoletano Fernando de Orbaneja -Premio Internacional de Pensamiento y Ensayo Aristóteles, 2014-, en su Lectura impía de la Biblia (Editorial Sial Pigmalión, 2016); contrariamente, el sacerdote católico Leonardo Castellani en su libro El Apokalypsis de San Juan (1963), lo interpreta como una “profecía de esperanza y consuelo”…
El argentino Leonardo Castellani (1899-1981), prolífico y prestigioso periodista y escritor de ensayos filosóficos, sociopolíticos y religiosos, poesía, novelas y cuentos, tiene un nutrido historial de una cuarentena de títulos, entre los que destaca su citada interpretación, “para la comprensión del Apocalipsis”, en la que se ha inspirado Simón Delacre para la realización de su filme.
Castellani estudió filosofía, teología y psicología, interesándose por la pedagogía y ejerciéndola, cuyo carácter y espíritu didáctico manifiesta en su obra. Títulos destacados en ella, junto al citado, son: La reforma de la enseñanza (1939), Las Parábolas de Cristo (1959), De Kierkegaard a Tomás de Aquino (1973), Psicología humana (1995)…
Leonardo Castellani y su libro
Para muchos espectadores, religiosos o no, del siglo XXI, de hoy, no familiarizados con las lecturas proféticas, simbólicas, metafóricas, de la Biblia, tanto la interpretación del filme de Simón Delacre, como los textos del Apocalipsis de San Juan -últimas veintidós narraciones con las que finaliza el Nuevo Testamento-, en los que se basa, resultarán difíciles de interpretar y entender…
A referidos espectadores, antes de visionar el complejo filme, seguro les sería de interés, para su mejor interpretación, leer alguno de los excelentes textos existentes de la traducción de la Biblia de Jerusalén, realizada por la Escuela Bíblica y Arqueológica Francesa del lugar. Su Edición Española (de 1988), traducida por un acreditado equipo de colaboradores, dirigida por José Ángel Ubieta y Santiago García, y artísticamente ilustrada por Gustavo Doré, por sus entendibles notas explicativas resulta ideal para ello.
Más que una reflexión religiosa o teológica sobre el complejo Apocalipsis Bíblico, el cineasta Simón Delacre, en sus entrevistas ha manifestado en diversas ocasiones que, como amante de la fotografía y la ciencia ficción, lo que pretende principalmente en su filme es un bello espectáculo audiovisual, en el que centra sus esfuerzos, siguiendo las interpretaciones de los sugerentes textos del teólogo religioso Leonardo Castellani.
El cineasta argentino Delacre, guionista, realizador y productor -fundador de Caravel Films-, declarado religioso católico, estudió cinematografia y fotografía, dedicándose inicialmente a la realización de audiovisuales y cortometrajes de ciencia ficción, de la que manifiesta ser un fanático; lo que explica su interés por el Apocalipsis…
Aunque el genero cinematográfico de la ciencia ficción -política, espacial, de seres extraordinarios, la vida en otros mundos…- no tiene una especialidad de Ciencia Ficción Religiosa, a Delacre quizá se le pueda considerar como un pionero del naciente género en el cine.
Simón Delacre, director de El Apocalipsis de San Juan.
No obstante, dado que el Cine Religioso es un género muy controvertido, habiendo sido definido por algunos tratadistas como “aquel que se preocupa esencialmente por la trascendencia y dimensión espiritual de la persona”, Delacre, en sus entrevistas, siempre refiere la dimensión religiosa de su filme.
El gran maestro del Cine Religioso, Ingmar Bergman, en su filme El séptimo sello (1957), preocupado por la trascendencia personal del hombre, presenta una simbólica partida de ajedrez entre un caballero cruzado y la muerte, efectuando referencias al Apocalipsis y anticipando incipientemente la ciencia ficción religiosa…
La versión inicial del filme El Apocalipsis. La revelación de Jesucristo a Juan -completo, que puede visionarse en YouTube-, trata los veintidós capítulos de los textos bíblicos; pero la versión para la gran pantalla del cine última se realizará en una trilogía de la que, según Delacre, ahora sólo se visiona una primera parte…
Esta primera parte para el cine trata principalmente de las simbólicas Cartas de Juan en su Apocalipsis a las siete iglesias de Asia -Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea-, y del simbolismo de los cuatro jinetes y las calamidades -Epidemia, Guerra, Hambre y Muerte-, aplicadas a un convulso y trágico mundo más reciente…
Las cartas a las siete iglesias de Asia, en la dimensión profética del filme, aluden metafóricamente a los 7 Espiritus de Dios muy tratados en la Biblia -Espíritu del Señor, Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Poder, Conocimiento, y Temor-, acaso pretendiendo que el espectador reflexione acerca de su aplicación a las complejas y controvertidas sociedades de la actualidad…
Al igual que el enigmático, misterioso e incomprensible Apocalipsis Bíblico, para la mayoría de los lectores no familiarizados con la Biblia, el filme de Simón Delacre, puede interpretarse de manera connotativa y profunda por sus textos y locuciones, y también denotativamente en una lectura más inmediata de sus espectaculares y sorprendentes imágenes.
Delacre, ha manifestado que la revisión y contemplación de numerosas obras maestras de la pintura clásica sobre la Biblia y el Apocalipsis le han inspirado para la realización de muchas de las imágenes de su filme.
La generalidad de los espectadores, seguro apreciarán su belleza iconográfica y artística como cine de ciencia ficción, con espectaculares efectos especiales…
Imaginario y metafórico fotograma de los cuatro jinetes del filme.
En los textos de la ciencia ficción suele ser lugar común la regresión y anticipación que, valiéndose de la imaginación, explican el pasado y predicen el futuro, profetizando un más allá de la realidad…
Siendo clave creativa del género la imaginación, para predecir nuevas realidades; aunque del texto bíblico trágico y dramático del Apocalipsis de Juan, de hace veinte siglos, la parusía de Jesús y el fin del mundo no se han cumplido, el filme de Delacre, en sus efectos visuales creativos, sí es un prodigio de imaginación, merecedor del prestigioso premio de ilustración Pura Belpré.
Creativamente, destacan en el filme: una sugestiva música que enfatiza la espectacularidad de sus imágenes, obra del joven guitarrista, compositor y arreglista, mexicano Octavio de Moraes; la convincente dramatización del personaje San Juan, por el veterano actor Ricardo Castro; y la expresiva narración, en español, del locutor y actor de doblaje Carlos Secilio. Matices éstos que acentúan el interés por la interpretación y entendimiento del complejo texto del Apocalipsis.
Francisco Montero.