sábado, 16 de julio de 2016







EL VERANO DE SANGAILE

-Cartel del filme-.

Dadas la inestabilidad y la inseguridad del mundo y las sociedades de hoy -cada día más cambiantes-, cualquier edad, cualquier etapa de la vida, cada vez resultan más difíciles de vivir, atenidas a múltiples mutaciones y a cambios profundos y constantes…

Máxime en la adolescencia, esa inmadura edad del autodescubrimiento, que gravita entre los deseos y la realidad, los sueños y los miedos…, y en la que aún no se han fijado en la personalidad los pensamientos, los sentimientos, la sexualidad…; la persona que se va a ser…

En tan interesante tema, con sutilidad y delicadeza, la realizadora lituana Alante Kavaité, trata en su filme, el complejo mundo de la sentimentalidad, la sensualidad y la sexualidad, de dos chicas adolescentes, de personalidades muy diferentes y contrapuestas…

Kavaité, repara esencialmente, con extraordinaria sensibilidad, realismo y poesía, en la tímida e insegura adolescente Sangailé, quien -metafóricamente, en un país como Lituania, donde los Festivales Aéreos son muy populares-, sueña con volar alto, pero tiene miedo a las alturas, a la realidad…

La adolescente de diecisiete años Sangailé -personaje interpretado por Julija Steponaityte-, tiene junto a sus aburguesados padres un acomodado entorno, pero -al igual que su desnuda y metafórica habitación-, una vida vacía y desprovista de estímulos, motivaciones, ideales…

Vive influenciada por los patrones de conducta establecidos por la sociedad a la que pertenece y su dubitativa personalidad anda aún a la deriva; le atrae el riesgo de volar, pero sufre de vértigo y pavor a las alturas…

Su encuentro vacacional con la controvertida adolescente de igual edad, Auste -interpretada por Aiste Dirziute-, quien trabaja en múltiples ocupaciones para poder vivir y cuenta con una personalidad contrapuesta, más forjada y plena de vivencias, le hará cambiar radicalmente de rumbo…

Julija Steponaityte -Sangailé- y la realizadora Alante Kavaité.

Kavaité, sin un amplio historial profesional, ya que El verano de Sangailé, es el segundo largometraje que realiza la cineasta -aún poco conocida en los medios cinematográficos internacionales-, sí que ha conseguido con la compleja y actual temática de este filme llamar la atención mundial.

El trasfondo lésbico del filme, tema hoy de gran actualidad y atención social, tratado con la sutileza propia de una mujer de acusada sensibilidad, y manifiestas buenas dotes para la narración cinematográfica, han redundado en un filme de éxito para la crítica especializada y para el gran público.

El filme, obtuvo el importante Premio a la Mejor Dirección en el Festival Internacional de Cine de Sundance, 2015, en cuya organización estadounidense del prestigioso Instituto Sundance, se reconocen y apoyan los mejores trabajos internacionales de carácter independiente del año, en el cine, el teatro y la música cinematográfica.

Igualmente, el filme ha contado con otros importantes reconocimientos a la Mejor Dirección, 2015: por la Academia de Cine de Europa, selección para el apartado Panorama de la Berlinale (Alemania), concurso en la sección Nuevas Olas del Festival de Cine Europeo de Sevilla (España)…

Sobre la delicadeza y acierto con que Kavaité ha tratado el tema de las relaciones lésbicas en la adolescencia -que en el filme pudieran ser sólo amores de verano, en el autodescubrimiento de la personalidad-, la realizadora lituana ha confirmado que en su país de origen, donde el tema es aún marginal, el filme ha sido acogido sin escándalos y con naturalidad…

Aunque natural de Vilnius (Lituania), Kavaité está afincada en Francia, siendo su formación y pensamiento más franceses que lituanos. De hecho su filme El verano de Sangailé, ha tenido también, entre otros, el plausible reconocimiento de la veterana y prestigiosa revista internacional francesa Cahiers du Cinema…

Julija Steponaityte -Sangailé- y Aiste Dirziute -Auste-, en una escena del filme.
Aunque ambas actrices protagonistas de El verano de Sangailé, eran veinteañeras en el momento de su filmación, el acertado casting de Kavaité y la esmerada caracterización de los papeles de las adolescentes, confieren realismo y credibilidad a su trama.

Destaca en el filme la polifacética y versátil interpretación de Aiste Dirziute, en el papel de Auste, con la que ha conseguido diversos premios y reconocimientos, como: Premio Mejor Estrella Fugaz-Revelación -en el Festival Internacional de Cine de Berlin (Alemania)-, Mejor Actriz -en el Festival Internacional de Cine de Vilnius (Lituania)-, nominación a los premios Kinfo, como Actriz del Año...

Dirziute, actriz lituana de teatro, cine y televisión, quien de niña inició su formación en el estudio de la música, pasando después a la Academia Lituana de Música y Teatro, debutó pronto en las artes dramáticas, en una adaptación de la obra La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, interpretando el papel de Adela -la hija más joven-.

En el cine se inició coprotagonizando el filme Cantaremos, del prestigioso director, guionista y productor de cine británico, Robert Mullan.

Por sus premios y reconocimientos con El verano de Sangailé, adquirió prestigio internacional, siendo requerida para diversos trabajos, entre los que se espera el próximo estreno del filme Cenizas en la Nieve, coproducción de Lituania y Estados Unidos.

Metafórico y expresivo fotograma de la borrascosa, confusa y dubitativa adolescente Sangailé.

En un panorama actual, en el que el pensamiento científico parece pronunciarse decididamente por el determinismo de causas genéticas naturales heredadas, como origen de la homosexualidad, la bisexualidad o la heterosexualidad, aunque en ellas tengan también una poderosa influencia pautas sociales de conducta adquiridas -mayormente las sentimentales-, uno de los valores más destacados del filme El verano de Sangailé, es la naturalidad con que su realizadora trata el tema…

Cuando aún en numerosas sociedades, la homosexualidad y sus sentimientos, lésbicos o gay, es un tema tabú, maldito, vicioso, condenable…; es de agradecer y reconocer, reiteramos, la naturalidad y delicadeza, sin sensacionalismos ni escabrosidades, con que Kavaité narra el descubrimiento de la sexualidad en la compleja adolescencia.

En el filme El verano de Sangailé, es bien gratificante y de agradecer también, la ausencia de moralismos e inquisiciones ideológicas o religiosas…

Francisco Montero.